Mundos íntimos. Mi abuelo no era raro, ni especial, ni tóxico. Tenía esquizofrenia y nos enteramos poco antes de su partida.

Mundos íntimos. Mi abuelo no era raro, ni especial, ni tóxico. Tenía esquizofrenia y nos enteramos poco antes de su partida.

Conductas extrañas. A veces las familias prefieren no ver lo que con el tiempo parece obvio. Por dolor o por no saber cómo enfrentarlo, dejan pasar de largo trastornos serios.