Mundos íntimos. Con dos amigos iniciamos un fuego: un techo se cayó y vinieron los bomberos. Nunca se lo conté a nadie.

Mundos íntimos. Con dos amigos iniciamos un fuego: un techo se cayó y vinieron los bomberos. Nunca se lo conté a nadie.
Empezó como una gracia. Los efectos fueron peores de lo que imaginaban. Entre ellos hicieron un pacto de silencio tácito, no volvieron a comentar el tema, pero el autor no olvida lo que pasó aquella tarde.